El caso es que en estos 3 días de desconexión, el caos turco se ha cernido sobre nuestras cabezas y nos a apretado el gaznate más de lo que nos lo habían hecho en todo el viaje entero. Me explico...
Miércoles 21 de octubre:
Después de casi 3 dias de relax en la Capadocia, decidimos que pa chulo chulo nuestro regio porte y que nos ibamos directamente a Istanbul, 750km por carreteras turcas, sin parar en Ankara ni nada. Salimos después de desayunar y cuando llevabamos 200km nos para la policia. Nos dicen que en una zona de velocidad 90km/h nosotros ibamos a 120km/h (no lo voy a discutir, pero según nuestras tertulias posteriores llegamos a la opinión de que eso había sido 50km antes del fatídico control, habiendo pasado entre medio otro radar a velocidad correcta y otro control de policia en el cual no nos dijeron nada...) La cuestión es que el tio nos dice que tenemos que pagar 265 liras turcas o 100e...en metálico. Le decimos que: 1 por supuesto que no llevamos ese pastizal encima y 2 que la conversión de liras a euros lo ha hecho un poco mal (1e=2,15 liras). El nos responde que: 1 no se lo cree porque según él tenemos que comer algo y comprar souvenirs y se ve que es normal que un turista lleve eso encima ( todo esto acompañado de risas que a nosotros no nos hacían ni puta gracia, y por cierto, todo en turco) y 2 que es lo que hay. Como le enseñamos el fondo de nuestras carteras en el cual hay 55 liras y 10 e, el tio se va riendóse pal coche patrulla. Entonces consigue que un pobre hombre al que también habían parado para multarle se ofrezca como traductor turco-inglés. Bien, el nivel del señor era el mismo que tiene un gos d'atura, pero si nos hizo entender que el poli decía que si no pagabamos, se nos llevaban el coche. Nos negamos categoricamente y, puestos a chulear, le dijimos que no pagabamos si no nos enseñaba la foto del radar y que ibamos a llamar a la embajada. El poli se siguió riendo de nosotros. Extrañamente cuando cogimos el móvil y empezamos a marcar el teléfono de la embajada, el tio nos devolvió el pasaporte y nos dijo que nos fueramos y que no lo volvieramos a hacer...?¿???¿? que casualidad....
Pero el dia no había acabado. No sé si he comentado antes de hoy que Turquía, hasta ahora, nos había parecido una tierra de bastas extensiones amarillas y doradas. Todo es seco, caluroso...bien, ese día encontramos una zona verdísima de camino a Istambul...porque llovía a cantaros a todas horas ( esta indicado incluso en viamichelín) eso hizo que nuestra velocidad en autopista, la única que hay en Turquía, fuera de 60km/h. Y después llegó el caos.
Istambul, 12 millones de almas, 12 millones de coches y 12 millones de hijosdeputa que cogen los susodichos coches para salir a hacer el mal a la misma hora. Su problema ya no se si es que son extraordinariamente malos, extraordinariamente tontos e ineptos, o extraordinariamente buenos y sobrados para cometer la cantida de atrocidades viales que cometen. No hubo segundo en las dos horas que tardamos en entrar en la ciudad desde sus lindes que no vieramos una salvajada. Te puede pasar cualquier cosa, que un autobus te eche del carril sin importarle donde te vayas a meter, que te adelanten sin compasión por el arcen, que circulen por dentro de ciudad a 120km/h, que cientos de vendedores ambulantes y vagabundos te asalten por la ronda para venderte rosquillas, mecheros, videos o rolex falsos...no tienen parangón en el mundo. Con todo, llegamos a Istambul y perdió el Madrid...al menos...
Jueves 22 de Octubre
El Txurro se levantó mal otra vez. Su estómago no pudo soportar el cataclísmico día anterior en la carretera y petó. Y otra vez en manos de la sanidad turca...Día de picnic en el hospital, como cualquier visitante de Istambul soñaría en su primer día, un poco apenaos y reventaos, volvemos al hotel.
Viernes 23 de Octubre
Hoy. Hoy tenía que ser el día. Hoy visitábamos el gran bazar, Santa Sofía, la Mezquita Azul,...en fin, lo gordo. Pero...
Pero, no...dentro de nuestra visita por el corazón de Istanbul, el destino nos deparaba la tangada más grande de todas. No era una extorsión, ni una enfermedad, ni un accidente letal automovilístico,... El dolor que nos iba a provocar no iba a ser físico. Iba a ser una lesión mental grave, quizás la más grave, pues nadie esta preparado para soportar la visión que nosotros hemos visto esta mañana. Todo ha acompañado al dolor: el lugar y momento ( istanbul, una mañana cualquiera, en el patio interior de la mezquita azul), la situación ( tres personas cercanas no lo han vivido como un ataque mental de consecuencias catastróficas, si no como algo cercano a un honor)...bien...no quiero ni nombrarlo...sólo dejaré la imagem que nos encontramos de sopetón en Istanbul y vosotros mismos juzgais si hay derecho a esto...tirad pabajo tirad...JUASJUASJUAS!!!!!















